La responsable de una asociación que ayuda a personas con discapacidad auditiva, por la que Romi pasó un tiempo, ha sido asesinada. La hija sorda de la víctima ha encontrado el cadáver y Romi y Nere son requeridas por la Ertzaintza para interrogarla. De esta manera Romi ha de trabajar junto a Alaia en un caso que se vuelve muy personal.